Realizar las cosas en tiempo y forma. Cumplir con lo que uno se compromete; respetar reglas, acuerdos, y no faltar a la palabra.
Asumir la responsabilidad de nuestras acciones . Significa saber adaptarse a las circunstancias y anticiparse a los cambios.
Etimológicamente significa tener los pies en la tierra; es decir, saber reconocer no solo nuestras limitaciones y defectos, si no comprender que los demás también tienen las propias. Es tener el valor de reconocer nuestras faltas y errores y la sabiduría para aprender de ellos.
Es entender que el esfuerzo y el trabajo duro solo sirven de algo cuando se dan los resultados. Saber trabajar de forma eficiente priorizando aquellas actividades que son más rentables y redituables para uno mismo, y tratar de eliminar o delegar aquellas que no lo son.
Significa ser transparente en nuestro actuar diario, ser capaz de cuantificar y medir nuestro esfuerzo y resultados. Asumir la responsabilidad total de nuestro trabajo y tareas diarias. Significa también saber comunicar de forma clara y precisa lo que se espera de los demás; ser capaz de medir y evaluar de forma periódica y asertiva tanto nuestro trabajo como el de nuestro equipo.